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¿Cómo escribir mensajes de Navidad?

No sólo el célebre árbol, los villancicos o el turrón son los elementos que configuran una fecha tan señalada como es la Navidad. Las tarjetas forman parte igualmente de la fiesta, teniendo en cuenta que se trata de una ocasión tendente a manifestar los mejores deseos tanto a amigos como a familiares, es decir, un momento para expresar por escrito todo un caudal de sentimientos.

A pesar de la irrupción de Internet, aún queda gente que elige escribir tarjetas de Navidad y mandarlas vía correo postal. Un talante con cierto aire de romanticismo que no puede obviarse así como así. Es por ello que ofrecemos algunas indicaciones para su elaboración.

En primer lugar, es importante encontrar un motivo en consonancia con el receptor. Se trata de personalizar la tarjeta lo máximo posible, para lograr que el destinatario se sienta especial. De esta forma, es aconsejable tener en cuenta su edad, sus gustos y preferencias y sus inclinaciones personales, pero siempre sin perder de vista que todo debe girar en torno a la Navidad. Esa mezcla.

También es recomendable huir de tópicos y resultar originales. Para conseguirlo hay que evitar las redacciones plagadas de tópicos y frases hechas. Esencialmente, lo idóneo pasa por elaborar un contenido con apariencia de verdad, es decir, nada que parezca "precocinado", por lo que resulta vital que intentes destacar lo característico de cada persona. Dale tu estilo.

Otra pauta a seguir es la referida al tipo de mensaje y su tamaño. Es aconsejable mostrar afecto pero desde la concisión. Los mensajes directos y con un toque de sensibilidad, sin llegar a ser excesivamente cursi, suelen ser atendidos con mayor intensidad y quedan fijados en la memoria más fácilmente.

Asimismo, evita la ironía. La Navidad merece una transparencia sentimental, esa transmisión de ideas sin bromas ni dobles sentidos sino desde la sinceridad y la sencillez. Algo que realmente llegue.

Para terminar, recuerda que un final impactante lleva aparejada una mayor carga de seducción. Así que guarda para este momento la parte más emotiva de tu felicitación. Y no olvides enviarla con el suficiente tiempo de antelación para evitar que llegue en fechas tardías; todo perdería el sentido.