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¿Cómo escribir mensajes de Año Nuevo?

En cuanto a las felicitaciones de año nuevo, el tono cambia. Si la Navidad cuenta con un carácter de mayor reflexión y solemnidad, el comienzo de año supone un cambio de rumbo desde el optimismo y la festividad. Es por ello que el estilo a la hora de redactar debe estar sujeto al desenfado y, preferiblemente, el humor, aunque sin descuidar el objetivo primario: transmitir un mensaje verdadero de amor, amistad o afecto.

En este caso estaría bien fijar el punto de partida en una especie de balance con respecto al año que termina. Se trata de establecer una referencia a partir de la cual enviar un deseo estimulante para encarar el tiempo venidero en base a la experiencia de los doce meses anteriores. La idea es sencilla: hacer recuento para desechar lo negativo y aprender lo que realmente merece la pena de la experiencia. Ya tenemos el comienzo.

Para continuar basta con ir dotando progresivamente a la felicitación de un plano más relajado. Un recurso muy extendido para lograrlo es el uso de chistes o bromas capaces de arrancar una sonrisa. La calidad de esta parte dependerá de lo creativo y original que puedas llegar a ser. Ten en cuenta a tu destinatario, ya que puedes pecar de elaborado o simplista, y ambos extremos son negativos a la hora de confeccionar una felicitación cercana y con apariencia de veracidad. Recuerda que la ironía es un arma de doble filo.

Para terminar, permítete una licencia que rompa con todo lo anterior. Una especie de guiño que sirva para hacer partícipe a tu destinatario de todo lo anterior. Busca esa confidencialidad o cercanía que te llevó a escribir la felicitación.

Aquí van algunos ejemplos que materializan un poco lo expuesto: "un lote de mantecados servirá para la Navidad, pero tu amistad me será útil a lo largo del próximo año" o "con la entrada de año deseo enviarte algo genial, simpático, divertido, precioso, increíble y duradero, pero lamentablemente no quepo en esta postal. ¡Feliz año nuevo!".